Sauce Viejo fue el escenario de los delincuentes
Esta vez la delincuencia se hizo presente en Sauce Viejo en las últimas horas, cuando unos ladrones robaron dos viviendas, sacaron partes de dos vehículos y asaltaron a una familia que vive en el predio del sindicato de los Petroleros.
De las víctimas se conoce el nombre de uno, quien es jubilado, llamado Jorge Carlos P. con 68 años de edad y que reside en Chañares 1400 en el barrio Nueva Detroit. El señor estuvo el miércoles en la ciudad de Rosario por cuestiones de salud, y cuando regresó encontró su camioneta Nissan Frontier montada sobre unos tacos y pilas de ladrillos, sin sus cuatro ruedas, incluso faltaba la de auxilio y hasta la barra antivuelco. Un escenario del horror.
Además de ese panorama, los ladrones habían ingresado a su vivienda, de la cual sustrajeron una cortadora de césped Petri, de 2 HP, con canasto recolector y un grupo electrógeno marca Yamaha de cinco mil watts, el cual se encontraba instalado en la cochera.
A su vez otro hecho similar al precedente (robo de neumáticos) se consumó en calle 18, entre calle 13 y 9, donde autores ignorados dejaron a un vehículo sin tres de sus ruedas.
En este caso la víctima fue Estela Maris R. con 56 años de edad, quien reveló que momentos antes escuchó ladrar a su perro con insistencia por lo que decidió salir de su casa para ver qué sucedía.
En ese momento fue cuando se dió cuenta que a su auto, un Renault color azul, el cual se encontraba estacionado en la vereda, le faltaban sus ruedas delanteras y la trasera del lado del conductor.
El último hecho conocido ocurrió durante la noche del miércoles, varios delincuentes (tres hombres y una mujer) concretaron un golpe delictivo en el predio donde funciona el camping de los Petroleros, en calle Malvinas 1100 de Sauce Viejo.
En dicho lugar reside una familia que oficia como encargada del lugar. Cerca de las 20 horas, una mujer que se encontraba junto a su hijo de 9 años, fue sorprendida por un grupo de desconocidos que accedió al lugar por el portón de ingreso el cual estaba sin llave.
Los recién llegados primero pidieron un vaso de agua, pero cuando la mujer les dijo que se retiren, fue obligada a entrar a la casa. Allí los malvivientes comenzaron a reclamar dinero.
Como la víctima dijo que no tenía dinero los delincuentes fueron por otras cosas. Así fue como se llevaron un TV Smart de 42 pulgadas, un radiograbador, un secarropas y una estufa eléctrica.
De los delincuentes se supo que cubrían sus rostros con barbijos, y que tras el robo se fugaron a bordo de un vehículo.