Provincial

La esposa del hombre imputado por el abuso de cinco alumnas que presenciaban sus clases en el Jardín Ceferino Namuncurá, habló este jueves sobre la resolución del juez Jorge Patrizi, quien resolvió dejar en libertad al docente hasta el día del juicio.

La mujer, llamada Fernanda De Luca, expresó que la medida judicial se dio porque la Fiscalía no logró acreditar ningún riesgo procesal para que su esposo, Juan Trigatti, deba seguir privado de su libertad: “La Fiscalía, el único riesgo procesal que invocó, es que Juan perdió el arraigo por la destrucción de su casa y podría darse a la fuga. Parece de un cinismo sin igual. No solo que no ha habido justicia con respecto a lo que ocurrió en mi casa (fue vandalizada el día de la detención de Trigatti), sino que ahora sería justamente un motivo más para mantenerlo en prisión”, explicó. “No ha surgido ninguna evidencia de que Juan haya amedrentado o intimidado a las personas que están involucradas en la causa”, acotó. 

De Luca se refirió, además, a la fianza impuesta en el fallo judicial y que tiene como eje garantizar el riesgo procesal de fuga: “Esta fianza es eso, poner un inmueble en garantía que va a ser embargado por el Poder Judicial en caso de que Juan se dé a la fuga. Una vez finalizado eso, recién Juan va a poder recuperar la libertad”, aclaró. 

También sostuvo que todo lo que sucedió con su marido va a ser un cambio de eje para ellos como familia: “Esto lo va a marcar para toda la vida”, aclaró la mujer.

También criticó la acusación de los fiscales a cargo del caso, Alejandra Del Río Ayala y Matías Broggi, asegurando que la evidencia recolectada permitirá en el juicio poder establecer que los hechos no ocurrieron. “Nosotros apelamos a un perito de la ciudad de Buenos Aires, experto en psicología del testimonio, que va a poner en evidencia el recorrido de los testimonios y el inicio: cómo surgieron, por qué se generaron. Acá hablamos de que no hay una falsa denuncia intencional, no hubo intención de causar un daño a Juan”, dijo De Luca. 

“Acá hubo un temor de los padres, que podemos explicar con las pruebas que tenemos, que proyectaron e interpretaron mal las situaciones de sus hijos. Esto no tiene que ver con la intención de mentir, sino con el temor de que realmente haya ocurrido una situación así. Después lo demás se desprende por el efecto contagio y este mismo temor”, agregó sobre cuál es la hipótesis de lo ocurrido con el caso. La mujer calificó además como lamentable que la “Fiscalía haya sesgado” la mirada sobre los relatos incriminantes y que no haya tenido en cuenta el contexto de lo sucedido. “Lo lamentable de todo esto, más allá de que Juan haya transitado estos ocho meses detenido y tenga que afrontar un juicio con todo lo que eso implica, más el estigma social que va a llevar de por vida, es que acá hay niños a los que se ha arrastrado a un proceso judicial. Chicos de 4 y 5 años que han sido entrevistados por un sin número de médicos y esa situación de exposición de esos niños, también es un daño irreparable”, señaló. 

Luego relató cómo fue vandalizada su casa, hecho que nunca se esclareció por el Ministerio Público de Acusación:

“Llamábamos al 911 y nadie acudía. Mi casa estaba a media cuadra de una avenida y demoró 50 minutos en llegar un patrullero con dos personas a pesar de que hicimos 43 llamados al 911 advirtiendo que había una horda de gente”, recordaba. Sin ningún rencor, de Luca explicó que tiene muy presente a las mamás denunciantes del caso.

“Hago muy responsable al Estado por no haber sabido acompañar a estas mamás correctamente en esta situación, porque esas madres necesitaban acompañamiento, porque evidentemente hay una situación que a ellas las perturba y que ha cambiado su cotidianidad”, concluyó.

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