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La inestable economía Argentina

El pasado sábado 2 de julio, Martín Guzmán se convirtió en ex ministro de Economía por elección propia. Esto trajo aparejada un empeoramiento de la crisis económica del Gobierno actual, la cual está marcada por el récord de dólares bajo el colchón.

El dólar blue volvió a subir, al mismo tiempo que el Banco Central de la República confesó que sus reservas son escasas, y está obligado a restringir importaciones y el Estado Nacional adeuda un PBI entero y no tiene recursos para pagar los vencimientos corrientes, los argentinos y las empresas argentinas guardan U$S 243.511 millones en billetes y depósitos en cuentas del exterior o inmovilizados en cajas de seguridad o «bajo el colchón». 

Otros U$S 79.334 millones están depositados en inversiones de cartera (activos financieros) y U$S 42.895 millones a inversión directa, como bienes, propiedades e inmuebles, caso Miami, Uruguay, u otras tenencias en el exterior, de acuerdo a las cifras del Indec. Un año atrás, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, admitió que los argentinos “tienen 400.000 millones de dólares en activos en el exterior» y agregó: «Nuestra estimación es que hay 100.000 millones de dólares en billetes en nuestro territorio, una liquidez mayor de la que manejan algunas regionales de la Reserva Federal de Estados Unidos y tenemos una posición inversora neta con el exterior de 130.000 millones de dólares. Necesitamos que nuestro mercado de capitales tenga la capacidad de digerir el ahorro interno convirtiéndolo en inversión”.

No fue lo que pasó: un año atrás, los billetes y depósitos en dólares fuera del sistema sumaban U$S 235.243 millones: aumentaron en U$S 8.268 millones. Claro está que mientras la deuda es del Estado Nacional, que se agranda si incluimos la del Banco Central, las Provincias, entes y empresas públicas, los dólares y demás activos son privados y en gran parte fuera del alcance del Estado, entre otras razones porque estos llamados “activos externos” no están declarados. 

Corresponden a la salida o fuga de capitales que se fueron acumulando a lo largo de los años fuera del sistema financiero local por la depreciación del peso, la desconfianza en las gestiones económicas de los diversos gobiernos de turno y a las especulaciones en materia cambiaria. En 2006 los billetes y depósitos en dólares fuera del sistema sumaban U$S 74.282 millones, en 2015 totalizaban U$S 153.309 millones y en 2019 la friolera de U$S 227.730 millones. Ahora son U$S 243.511 millones.

Todos estos números ilustran la salida o fuga de capitales, un proceso que se fue acrecentando año tras año en medio de un proceso de depreciación del peso, bajo crecimiento y recesión, alta inflación, parate de la actividad económica agravado por la pandemia y las restricciones a la actividad, aumento de la informalidad e incremento de la pobreza de una parte creciente de los argentinos. También por las bruscas devaluaciones del peso, la pesificación de depósitos, canjes compulsivos por bonos, corralito, corralón, cepo, etc. Estas cifras del Indec surgen de los movimientos de la compra-venta de moneda extranjera del sistema bancario y financiero, de la entrada y salida de fondos y capitales que se cursan a través del Banco Central y de datos suministrados de bancos y entidades del exterior acerca de las propiedades, colocaciones o activos que tienen los argentinos en sus países y de estimaciones de movimientos de fondos, como sería el caso del turismo extranjero.

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