El que la hace, la paga
Lo escuchamos decir con frecuencia cuando observamos el desenlace de las acciones negativas del prójimo. Dicho en modo vengativo: “Yo sabía que tarde o temprano me las pagarías”…
¡No tanto “Sííí”, que a muchos de nosotros nos faltaría un montón de años de vida para pagar por todas nuestras maldades y errores cometidos! ¡No somos “los buenos” de la película!… ¡Y sí! ¿Cuántas habremos pagado de todas las que hicimos?
Adhemar Cuellar, en su página "Mensajes con poder para cambiar tu vida", pone un manto de alivio creyente en este asunto cuando dice: “Nuestras malas acciones deberíamos pagarlas. Pero la gran y excelente noticia es que Cristo ya pagó, por tí y por mí”…
Luego, Adhemar propone que tratemos de vivir de una manera agradable a los ojos de nuestro Señor, que dejemos de practicar el viejo “El que la hace, la paga” y lo reemplacemos con este refrán: “Amando, dando y perdonando”, como se ve, Adhemar es un amante de los gerundios…
Dicen los que saben que esta popular expresión tiene su origen en los duros tiempos de Enrique IV el Impotente (hermano de Isabel, la Católica), cuando fue rey de Castilla entre 1454 y 1474. Años en que las roscas políticas se articulaban con el poder de la iglesia y los intereses mezquinos de los poderosos… Por suerte todo eso sucedió hace mucho tiempo verdad… ¡Claaaro que sí! El que la hace, la paga, y el que paga, descansa…
Tarde o temprano, todos y todas hemos de responder por nuestros actos. Es así nomás, no tengamos miedo de entenderlo… ¿Qué tú dices a esto, Joan Sebastian?
"El que la hace la paga" (Joan Sebastian)
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