Cam Beszkin: una «Antena» que busca recuperar el culto a la escucha
Tras la experiencia en los últimos años de lanzar diversos singles y luego de una trayectoria de más de una década en la que se mostró, primero en formato absolutamente solitario y luego en power dúo de guitarra eléctrica y batería, la cantante, guitarrista y compositora Cam Beszkin elude los usos y costumbres actuales con "Antena", su nuevo disco en el que por primera vez está acompañada por una banda orgánica y que reúne diez cortes que dialogan entre sí en procura de una atenta escucha.
"Saqué tres singles en 2020 ("Sempiterno", "Matriz" y "Not Even") y estuvo buena la experiencia pero para mí quedaron huérfanos. Quedaron flotando en el éter y no hay nada que los una. Tal vez esta moda de sacar singles tiene que ver con que a la gente cada vez le cuesta más escuchar, es un reflejo de la vida cotidiana en la que nos cuesta mucho escucharnos, y yo no quiero contribuir a eso", advirtió la artista a Télam.
Y amplió: "Para mí es importante laburar en la escucha y las cosas que para uno son importantes y valiosas. Creo que aunque no estén de moda, hay que seguir proponiéndolas".
Como correlato sonoro a esta postura, esta música a la que también se la puede ver como bajista en la banda que acompaña a Mariana Bianchini, la cantante de Panza en su plan solista, por primera vez apuesta a una formación tradicional que la dejó a las puertas de tímbricas asociadas a una etapa musical pre-sobreproducción en los estudios.
Cam Beszkin "El mal"
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"La instrumentación, sin lugar a dudas, distingue a este disco de mis anteriores trabajos. Yo tocaba sola en mi primer disco `Andaba cruda´ (2008), y luego hice tres discos en formato de power dúo. Quería relajarla un poco, tenía ganas de dividir más la música, expandirla a la banda y poder estar en otro plan en este sentido", explicó.
Para ello, recurrió al exPorco y líder de Panza Sergio Álvarez como productor, quien también sumó algunas guitarras, y se rodeó de músicos como el baterista Lulo Isod, el bajista Ignacio Javier Martín, el tecladista Nico Raffetta y el saxofonista Gustavo Musso; además del cantante Lucas Finocchi como invitado en una canción.
"Antena" es el quinto disco de Beszkin, luego del mencionado "Andaba Cruda", "Este amor ya no es para tanto" (2012), "Enamorar o morir" (2016), "Alien, Vol. 1" (2018) y "Vivo en La Tangente" (2019); varios singles, participaciones en trabajos de otros artistas y una producción a dúo con Manuel Fusari titulada "Música que cambia por vida la pena que hace riego y que hace casi risa la vida" (2010).
El origen de este nuevo trabajo disponible en plataformas digitales se remonta a una suerte de fiebre compositiva impulsada por el encierro obligado por la pandemia, por lo que la etapa de producción arrancó con una base de 45 canciones, de las que quedaron 20 y se grabaron 15.
Finalmente, el disco se redujo a diez cortes y los otros cinco restantes fueron lanzados como "singles orbitadores del disco", según palabras de la artista, "porque tienen la misma instrumentación" lo cual permite un diálogo sonoro con el material del álbum.
Allí justamente aparece "Antena", canción que le da nombre a la placa aunque no la integra, la cual contó con los arreglos de Juan Pablo Compaired.
"Decidí llamar `Antena´ al disco porque me pasó que sentí un poco como una antena para todos lados, que recibe data que está flotando, no como médium, sino data social, cosas que le están pasando a todos. Fue un poco poder captar eso y hacerlo canción, como una cosa de ida y vuelta. como que todos estamos conectados y la música no es tal sin quien la escucha", reveló.
"Me gusta delegar, salirme del ombligo porque ya estoy en las canciones, en las interpretaciones. Hacer un disco es un trabajo en equipo, más allá que sea solista. Yo soy solista pero tengo espíritu de banda porque sé que lo que pongo va a estar potenciado"Cam Bezkin
En diálogo con esta agencia, Beszkin brindó detalles de este trabajo en donde conviven la muerte de su padre, las reflexiones existencialistas y el placer de los planes conjuntos con un nuevo amor.
-¿Qué criterio primó a la hora de seleccionar las canciones que integran el disco?
-Se fue dando un poco solo porque las canciones conversan entre sí. No quería que todo el disco hablara de lo mismo, quería que haya variedad. Para mí, el disco es un poco como la vida, tiene de todo. Son reflexiones. Es un poco existencialista. Habla de los vínculos, de agradecer, está el concepto del bien y el mal, el planteo sobre si realmente esta mal desear el mal, es un poco políticamente incorrecto. Hay una canción de cumpleaños que también es existencialista. Todos estos temas me representan, representan mi momento actual.
-El disco termina optimista con la canción "El plan" en donde se habla de proyectos. Pareciera aludir tanto a un momento personal al que llegaste luego de pérdidas y reflexiones, pero también se relaciona con salir a la luz luego del encierro por la pandemia.
-Me pareció importante terminar con optimismo porque el mundo está un poco para abajo. Me parece que uno tiene que hacer el esfuerzo de tirar para arriba. Hay altibajos pero hay que bucear la noche. No soy de explicar mucho los temas pero para mí, "El plan" es una declaración de amor, habla de los planes con mi amor, de las ganas de hacer una maternidad conjunta. Vendría de la mano de eso y que cada uno haga su plan. Yo compongo por las cosas que me pasan pero me gusta que se expandan y que hagan eco en la historia personal de cada uno.
-Hace varios años que venís trabajando con Sergio Álvarez. ¿Qué sentís que te aportó en este caso?
-Sergio es muy positivo a la hora de laburar, optimista. No te va a bajar temas, siempre va a tirar para adelante para que el tema funcione. A veces, uno se expone mucho cuando muestra un tema porque estás en un lugar muy vulnerable. Vos hacés el tema y cuando se lo mostrás a alguien es la hora de la verdad. A mí no me da cosa mostrarle un tema a Sergio porque sé que no me va a poner en jaque mal. Siempre me va a dar herramientas para que fluya para donde yo quiero. Es importante tener en quien confiar cuando trabajás este tipo de cosas. Arte y vulnerabilidad van de la mano y ahí tenés que tener a alguien con esa mirada porque te ayuda a seguir expandiéndote y no retraerte. Me gusta delegar, salirme del ombligo porque ya estoy en las canciones, en las interpretaciones. Hacer un disco es un trabajo en equipo, más allá que sea solista. Yo soy solista pero tengo espíritu de banda porque sé que lo que pongo va a estar potenciado. Es linda la sorpresa, ver cómo va mutando y se explicita mucho más lo que quería decir que si estuviera sola con la acústica y la voz, en donde eso está en su expresión mínima.
-Hablaste del valor que le das a la escucha, a la vez estás lanzando un disco cuando en general en la industria se apuesta a los singles, y además estás apostando a un sonido orgánico. ¿Cuáles son las expectativas teniendo en cuenta todo esto?
-Trato de no tener expectativas. Estoy aprendiendo el laburo de hacer música porque me gusta, lanzarla al cosmos y que sea lo que tengo que ser. La idea es que si te gusta, se lo compartas a un amigo, volver al boca en boca porque las modas no me cierran. No necesito ni quiero estar de moda. Quiero algo que se vuelva algo de verdad, como antes que compartíamos música. Así que las expectativas son bajas pero amorosas y verdaderas. Ojalá guste y sea compartido entre los que se quieren. Para mí eso ya es el sumun. Pocos pero buenos.