La historia de los refranes: «Algo es algo, peor es nada»
"Algo es algo, peor es nada"
Seis palabras. Las separás por la mitad, y cada trío aludirá al otro sin nombrarlo… Decís “Algo es algo”, y siempre alguien responderá: “Peor es nada”… Decís “Peor es nada”, y siempre alguien completará “Algo es algo”…
¡Y sí! Este es del tipo de refranes que no se descifran, son tan directos que se captan al vuelo, los cortás en partes iguales e imprimen cual moneda: tres palabras en la cara, tres en la ceca, girando sobre sí misma todo el tiempo…
En El Quijote (1605) apareció así: “Mejor es pan duro que ninguno”, con su variante más larga: “Al pan, duro, duro, duro; que más vale lo duro que ninguno”… Quién más apropiado que el Centro Virtual Cervantes para explicar el significado de este refrán quijotesco: “no se deben despreciar las cosas pequeñas por su tamaño o escasa calidad.
Del mismo modo, no se debe rechazar un asunto por ser poca la ganancia, cuando la contrapartida es ningún beneficio”… ¡Y sí! Es un consejo de cabecera para los conformistas, que lo usan -¿lo usamos?- como bastón para resistir y seguir adelante… ¿Escuchan? El bastoneo del vivir es tan inclaudicable como los pasos… ¡Pero nunca conformarse con la quietud!…
Más de una vez hemos dicho en esta serie que el origen de los refranes se remonta a la necesidad de comunicarse el uno con el otro. Cada pueblo o grupo de personas pasa a lo largo de sus vidas una serie de experiencias, y en base a ellas aprenden lecciones, son consejos directos sobre la sabiduría adquirida de las vivencias… Bueno, los dichos retratan situaciones del día a día, imprimen como consejos de la sabiduría popular.
El refrán es una frase que presenta en sentido figurado una moraleja... ¿Y qué es la moraleja? La enseñanza que se extrae de una anécdota o historia… ¡Muy buena pregunta! Sí, un dicho se convierte en un refrán ¿saben cuándo?… ¡Cuando se populariza!…
Algo es algo, queda ahí nomás. Pero la locución peor es nada se ha convertido en una expresión sustantiva, al usársela en oraciones. Ellas, ellos y elles coinciden en llamar (siempre o de vez en cuando) “mi peor es nada” a su pareja. Casi con el mismo valor de “mi media naranja”… Y bueno, algo es algo…
Escuchen cómo lo refranean Tiobanis Ospino y John Acosta…
"Algo es algo, peor es ná"
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