Los otros influencers, recomendaciones literarias para todos los públicos
En el principio fueron los suplementos literarios de los diarios -cada vez menos-, considerados el espaldarazo para cualquier autor novel. Luego, algunos programas televisivos que no disfrutan de buenos horarios pero sí excelentes críticas (como "Los 7 locos", con treinta años en pantalla). Pero con el correr de las décadas y el fortalecimiento de la tecnología, las redes sociales se llenaron de “influencers” dispuestos a compartir sus preferencias literarias. En todos los casos eran adolescentes o jóvenes proponiendo lecturas para esa misma franja etaria.
Sin embargo, una nueva generación de “influencers” se afianza en las redes o los medios tradicionales con propuestas para un público más amplio. Por lo general, con amplios conocimientos literarios, recurren a los canales de YouTube, cuentas de Instagram o micros y podcast en las radios. Aquí, una recorrida por algunos nombres que marcan tendencias en el terreno literario.
Nacho Iraola: educar al soberano
“Yo no apunto al público ‘young adult’ sino a otro más amplio- aclara Ignacio Iraola, ex director de Editorial Planeta y actual integrante de la Fundación El Libro. Diariamente Iraola propone en una serie de micros denominados “El pescador de libros” con recomendaciones para las más diversas edades. “Me niego a ser booktuber o influencer para pibes de 20. Si tuviese que apelar a una comparación, diría que soy una boquilla Minidifusor de las que se usaban para fumar hace años y apunto al público por encima de los 25 años”, bromea y cuenta que aceptó sumarse a la radio “porque tiene una llegada tremenda, muy potente y muy dirigida a la cultura”, argumenta.
A la hora de definir qué recomienda el editor confiesa que lo piensa a partir de su propio gusto: “No soy crítico ni experto así que no quiero perder ni un segundo en hablar de algo que no me gusta. Propongo ediciones recientes, revisiones emblemáticas o libros históricos que no podés dejar de leer, también en el ámbito de las editoriales independientes que publican mucho y muy bueno”.
Iraola, quien también tiene una columna los viernes por la tarde, en el programa "No dejes para mañana" de Romina Manguel, en la misma radio, asegura que se da una idea de la influencia de las recomendaciones cuando amigos o lectores les cuentan que las siguieron.
“Yo mismo tengo amigos a los que escucho porque sé que me recomiendan bien. Hay que educar al soberano“, asegura y ejemplifica con “Dakota”, de Fernando Rabih, “Unas diez personas me dijeron que lo compraron después de escucharme hablar de él”. Respecto de sus propias preferencias, Nacho cuenta que tiene confianza ciega en su amigo Rodrigo Fresán: “Siempre me aconseja bien. Y noté que a cada uno le propone una lectura según su gusto. en mi caso me reveló ‘Havana room’, de Colin Harrison”.
Romina Calderaro: transformar la tristeza más honda
Hace un mes la periodista Romina Calderaro convirtió los consejos habitual en el programa “Secreto de sumario”, de Darío Villarruel, en Radio Diez, y los títulos que solía secretearles a sus alumnas del taller literario, en videos que sube semanalmente a su canal de Youtube @RominaPuroCuento. En ellos ha elogiado, entre otros, “Infierno”, del fenómeno literario Carmen Mola, pero también “Escribir un silencio”, de la argentina Claudia Piñeiro, y “La gracia”, del francés Thibault de Montaigu.
Romina Puro Cuento
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“Mis recomendaciones apuntan a cualquier persona que ame leer, no a un público intelectual o académico. Lo que me gusta del canal es poder compartir mis reflexiones y sensaciones de un libro que me gustó con otros lectores, porque hay tantos libros como personas que los leen y a nadie le pasa o siente lo mismo con un texto”, explica Calderaro.
Luego reflexiona: “La lectura es una actividad muy solitaria y uno ama hablar con otros de lo que leyó, me gusta generar con el canal un ida y vuelta con los comentarios de los que miran el canal, contar qué me pasó a mí con el libro, pensar en los temas existenciales que me disparó y hacer una pregunta para interactuar con los que miran el canal. Y mi aspiración máxima es lograr lo que me pasa a veces, que alguien que no tiene el hábito de la lectura me diga: ‘No soy de leer, pero cuando te escucho hablar de libros, me dan ganas’. Contagiar la pasión por la lectura es un objetivo hermoso, más si se acerca a un libro por sugerencia mía”.
En sus talleres de lectura -que realiza desde hace más de siete años-, la periodista detectó en sus alumnas una necesidad muy fuerte de compartir con otros las interpretaciones sobre un texto. “En redes pasa lo mismo: hay una necesidad de generar comunidad con otros para poder hablar de lo mismo, en este caso, un libro. En tiempos en los que la pandemia nos dejó tan roto el lazo social, la lectura compartida y el arte en general me parecen un canal para compensar la oscuridad que tiene muchas veces la vida. Como dijo Alejandro Dolina, ‘El arte es hijo de la falta’. También amo de los libros que transforman en bella hasta la tristeza más honda y que ordenan el caos que es la vida.…”
Cuenta Romina que para elegir sus recomendaciones trabaja con las novedades de las editoriales, pero también, por ejemplo para mi cumpleaños, la fotógrafa Alejandra López me regaló "Ese tiempo que tuvimos por corazón", de la escritora argentina Marie Gouiric. Me pareció una joyita y le dediqué un episodio. Y también, cada tanto hablo de un autor que amo o de un libro en particular que me haya marcado. Por ejemplo, Guillermo Martínez y ‘La muerte lenta de Luciana B.’, una novela que leí tres veces”.
Hinde Pomeraniec: en busca de listas infinitas
Periodista de televisión, radio y gráfica Hinde Pomeraniec es la conductora de “Vidas prestadas”, un programa de Radio Nacional que también se puede seguir en Spotify. En él este año entrevistó a autores como Virginia Higa, Camila Sosa Villada, Sergio Bizzio, Brenda Navarro y Gabriela Cabezón Cámara y convocó a otros a leer textos.
“Cuando yo digo que es un programa para nosotros los lectores estoy marcando una audiencia, un perfil. Este programa lo escucha la gente a la que le gustan los libros, a la que le gusta leer o que quiere aprender a leer, que tiene una relación amorosa con la lectura. No es un programa en el que alguien, de manera pretenciosa, quiere mostrar lecturas”, sintetiza para describir a sus oyentes. Luego reflexiona: “Cualquier buen lector sabe que no hay nada mejor que tener listas infinitas de libros por leer o de buenos libros por leer y ‘Vidas prestadas’ es un programa para escuchar con una libretita y tomar nota para alimentar esas listas”, y apunta que pensó el envío y cada sección como algo que a ella le gustaría escuchar.
Pomeraniec coincide en que las redes sociales modificaron la manera en que los lectores buscan recomendaciones: “Un buen lector detecta algo en una de tus redes y, a partir de ese momento, sigue tus comentarios. Antes, uno lo hacía con los amigos y todavía lo sigue haciendo con los que le resultan afines en relación a lo que tiene que ver con las lecturas. Las recomendaciones existían y existen pero con plataformas diferentes, proque ahora no te tengo que llamar por teléfono para pedirte que me digas que le regalo a mi hermana para su cumpleaños, miro en tus redes y listo”.
Respecto a lo que diferencia a su programa de otros envíos que circulan por las redes, Pomeraniec prefiere encolumnarse con los que conciben su “producto”, de modo amoroso: “Tengo muchos años de lecturas, de formación en la carrera de Letras, de edición de Cultura en medios masivos y aporto las lecturas de toda esa trayectoria. No digo que sea ni mejor ni peor, pero es el diferencial”.
Agustina de Diego: reivindicar a las mujeres del siglo XX
Con casi 40 mil seguidores en Instagram y 23 mil en Twitter, Agustina de Diego es una de las veces más escuchadas a la hora de acercarse a la literatura. “Tengo 32 años, creo que cuando empecé este espacio virtual, en ese entonces con 26 años, imaginé siempre hablarle a gente de mi edad. La decisión fue por mera necesidad: en ese entonces no sentía que hubiera alguien ahí afuera que me hablara de forma cercana a mí. Quise construir un espacio también desde lo que yo pensaba que faltaba”, recuerda. Pero reconoce que, actualmente, su público es más amplio: “Hoy en día tengo un público variado. Se mantiene fuerte en la franja entre 25-40 años, pero también hay gente más grande. Incluso me pasa en los talleres de lectura que dicto que suelen venir personas de todas las edades, desde los 20 hasta los 60”.
De Diego, que también es autora y el año pasado publicó su libro de cuentos “Lo que nos falta”, en Caleta Olivia, observa que las recomendaciones en redes se multiplicaron en el último tiempo. “Hoy en día más gente se anima a compartir su bitácora de lectura en sus redes y a partir de ahí iniciar diálogos con otros lectores. Me parece que es innegable esa influencia en la venta de libros. Como recomendadora de libros (no me gusta el término influencer) lo siento porque la gente me escribe para contarme que leyó lo que recomendé”. Y se maravilla de esos efectos, desde su otro rol: “Como escritora también lo veo y esta es la parte, creo, emocionante. Las redes permiten que los autores puedan charlar con sus lectores”.
Respecto de sus elecciones, que van de Virginia Wolff a Alejandra Kamiya la especialista explica: “Los recomendadores tenemos el desafío de reinventarnos todo el tiempo para que la charla con otros lectores no se vuelva monótona. Entra en juego la construcción de marca de cada recomendador. A mí me elegirán porque hablo, en su mayoría, de libros escritos por mujeres de este siglo y del pasado, por dar un ejemplo, a otra persona porque recomienda policiales. También pienso que, hoy en día, con el precio de los libros ir a la librería termina siendo un lujo. No podría jamás recomendar algo que considere mediocre o que me aburrió o que me costó terminar”.
Luego agrega: “Elijo lo que leo según lo que necesito en el momento, hay contextos en lo que quiero sumergirme en ensayos y en textos académicos y otros en los que solo quiero leer ficción y nada más, en base a eso voy variando las lecturas. Compro muchos libros en ferias, aprovecho para charlar con los editores para que me cuenten un poco más, también estoy en contacto con distribuidoras y editoriales que me envían las novedades que me interesan”.
LIbrería Norte: del otro lado del mostrador
También en Instagram, la librería Norte, ubicada en el barrio porteño de Recoleta, tiene la sección “Amici miei” en la cual autores como Ana Arzoumanian, Luis Sagasti, Marimé Arancet Ruda y Valeria Melchiorre proponen lecturas. “Hace unos meses, al poco de empezar a trabajar en la librería, Francisco, que es quien hoy se ocupa principalmente de la tarea de IG, tiró la idea de pedirle a las autoras y autores que habitualmente nos visitan como clientes, que participen de nuestra red recomendando libros. Y así nos largamos”, cuenta el poeta y encargado de la librería Sandro Barrella.
“La idea en sí, nos resultó interesante, pero además le aportaba cierto dinamismo a la cuenta, una manera de sumar un atractivo a lo que son las recomendaciones diarias que posteamos”, agrega y evalúa los efectos: “Suma, tanto en lo que significa la visualización de la cuenta, y específicamente en lo comercial, tiene su efecto, ya que muchas veces nos piden libros que se recomendaron en la sección. De todos modos creemos que el mayor atractivo está en esos dos minutos en los que aparece un escritor que les habla a quienes nos siguen, para recomendarles libros”.
Casciari y sus recomendaciones a dúo
Aunque recientemente revolucionó las redes cuando expresó que descree de la literatura, Hernán Casciari es un gran impulsor de la lectura, en las mismas plataformas en las que genera polémica.
La prueba más fehaciente es "Zoom de Libros", el envío que ya cuenta con tres temporadas y se define como “lo que hablan una hija de diecinueve años que lee mucho y vive en Barcelona y un padre que vive en el campo y lee cada vez menos", que el escritor comparte con su hija mayor, Nina.
El ciclo cuenta con unos 20 videos y 165 mil seguidores y reúne recomendaciones tan variadas como la edad de los dos conductores: desde “El extranjero” de Albert Camus, “Las cosas que perdimos en el fuego” de Mariana Enríquez y las obras completas de Cortázar, propuestas por Casciari, a “Cómo provocar un incendio y por qué”, de Jesse Ball, "Los siete maridos de Evelyn Hugo" de Taylor Jenkins Reid. "Heartless" de Marissa Meyer y “Canto yo y la montaña baila” de Irene Sola, elegidas por su hija.
"Zoom de libros" (Hernán Casciari)
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