Pasadas las 8:30 de la mañana de este martes comenzó una medida de fuerza con paro de transporte urbano e interurbano de los que pertenecen a las empresas Ersa, Autobuses y Continental en la ciudad de Santa Fe, debido a una asamblea de delegados de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) por su oposición a la intervención del gremio por parte de autoridades nacionales del mismo.
Sumado a esto, está pactada una movilización de choferes hasta la Terminal de Ómnibus General Manuel Belgrano.
Las únicas líneas que prestan servicio de manera normal son la 4 y 14.
La medida se informó de manera extraoficial a los choferes y tomó por sorpresa a los usuarios del transporte, que sufren las consecuencias de una interna gremial.
El pasado 16 de agosto se informó de la intervención de la seccional de Santa Fe de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) por motivos relacionados con la actividad propia del sindicato. La intervención, a cargo del Consejo Directivo Nacional del gremio, será por 45 días, durante los cuales, se hará una auditoría interna. El interventor es un conocido de Santa Fe: Jorge Kienner.
En los considerandos de la resolución que dispone la intervención de UTA Santa Fe, la entidad nacional expone una serie de graves acusaciones hacia la dirigencia local. Básicamente, aseguran que no cumplen con la representación de los trabajadores y afirman que se usaron fondos para fines no autorizados.
“Se ha tomado conocimiento por parte del Consejo Directivo Nacional, mediante distintas dependencias, de gran cantidad de hechos, que a esta altura se encuentran suficientemente probados, que son calificados como irregularidades en el cumplimiento de las funciones sindicales por miembros de la junta ejecutiva de la seccional Santa Fe”, marcan las primeras palabras en la resolución de UTA nacional.
Luego, enumera algunas de las acusaciones, entre las que “se destaca que se verifica la deficiencia en las prestaciones y la falta de respuestas a los trabajadores afiliados, sin responder a los reclamos llevados adelante en la sede sindical local, sin conseguir soluciones a las problemáticas cotidianas de los trabajadores”.
“No se han realizado presentaciones administrativas en las oficinas de Trabajo local, sin efectivizar la obligación de tutela de una serie de trabajadores despedidos, sin existir reclamos a las empresas. Hay trabajadores afiliados despedidos u obligados a renunciar”, denuncia el Consejo Directivo Nacional y añade una larga lista de trabajadores que pasaron por esa situación.
Además, agregan que no se realizan asambleas de delegados en las paradas de las líneas y que la dirigencia local del gremio no tiene contacto efectivo con los trabajadores.
“Se tomó conocimiento de un gran número de suspensiones y sanciones disciplinarias a los trabajadores que no han sido defendidos. No se exige respeto a los descansos, el pago de horas extras, diferencias por antigüedad ni vacaciones”, sostienen.
También se acusa a UTA Santa Fe de disponer “a espaldas de los afiliados” la aceptación del pago en cuotas del salario y el aguinaldo “generando graves perjuicios a los trabajadores”.
Y además, aseguran que se acordaron aumentos salariales por debajo de lo dispuesto a nivel nacional.
Por otro lado, según la dirigencia nacional del gremio en Santa Fe, no hubo quejas ante las empresas por las condiciones laborales, ni por el estado general de los colectivos.
En cuanto al irregular manejo de fondos, UTA nacional aseguró que “jamás se ha hecho la remisión del 10% de los fondos recaudados a la sede nacional” y sostiene que “se han dispuesto fondos propios a fines específicos sin autorización”.
Según el Consejo Directivo Nacional, esos motivos son suficientes para iniciar un proceso de auditoría con el objetivo de “detectar y cuantificar de manera precisa el daño patrimonial” a la seccional santafesina de UTA.
