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La historia de los refranes: «Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía»

Telam SE

Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía

El diccionario define a la limosna como ese dinero o bien que se da como ayuda a un necesitado. Para la Biblia, las limosnas son dinero o bienes que se dan a los pobres, u otras obras de caridad que se realizan para ellos… “Testimonios de caridad fraterna”, “práctica de justicia que agrada a Dios”, así hablan los religiosos de la limosna…
Dan por sobreentendido que, consista ella en dinero o un bien, nunca será una cifra desmedida ni una mansión la que se ofrezca… ¡Y sí! Algunos la entregan por amor a Dios, o al prójimo. A veces la limosna se ofrece a un santo en particular, y de ese hecho deviene la expresión que nos ocupa… ¡Eh cuántas monedas de oro, qué limosna suculenta!
En la vida cotidiana se usa este dicho para ad-ver-tir que, cuando se recibe un favor, un obsequio, una ayuda o una alabanza desmedida, se cree que hay “algo” detrás de dicha acción… ¡Sí! Y la desconfianza suele radicar en tres factores muy recurrentes: primero, se sospecha a partir de la poca credibilidad de la que goza el sujeto que entregó la limosna; segundo, es muy probable que quien efectuó la contribución tenga intenciones ocultas, como pedir algo a cambio; por último, lo que se recibió quizás no posea el valor que aparenta…
El licenciado Vidriera, en Voy con mi hacha, va más allá con el asunto al recordar que este refrán se usa para advertir que cuando una persona recibe un favor desmedido, se puede sospechar que hay algo detrás de ese hecho… Y, porque da para sospechar de la generosidad del dadivoso, de la calidad de lo regalado, hasta puede ser que el dinero sea falso o mal habido… O también, y esto es lo más común, que el dadivoso tenga intenciones ocultas, como pedir y esperar algo a cambio… ¡Entonces se corre el peligro, al aceptar esa excesiva limosna, de que haya que pagarla muy cara!…
Puede ser, pero imaginate que un día tu patrón, de golpe, te nombra “Barrendero Supremo, Guardián Único de Escobas y Supervisor Insustituible del brillo de los pisos”… ¿Sí? ¿Sabés qué quiere decir tu jefe con ese nombramiento repentino? ¡Que ya podés olvidarte del aumento que ya llevás cinco años pidiéndole!…
Llámese como se llame a la limosna: donativo, auxilio, ayuda, beneficencia, dádiva, caridad e incluso socorro, al hacerlo o recibirlo -nadie está exento de ello- sería bueno darlo y recibirlo desde el corazón y hacia el corazón. Que solo entre el amor al prójimo…
A ver, chamaco Arturo Cisneros, exvocalista de Los Freddy´s, ¿qué tú tienes para decirnos de una limosna de amor?…

"Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía" (Arturo Cisneros)

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