Estafa en Rosario: Generación Zoe
Generación Zoe es una organización que operaba desde hace 5 años y que se denominaba una compañía de coaching y liderazgo, pero también recibía inversiones bajo la promesa de una rentalidad alta. Abrieron en Rosario a fines del año pasado una oficina en San Lorenzo al 1700.
Un grupo de rosarinos fueron estafados por esta compañía, la firma del detenido Leonardo Cositorto, presentó este martes en la Justicia local una demanda de cerca de 20 millones de pesos.
Jorge Resegue, el abogado penalista, afirmó que unas cien personas fueron perjudicadas en la ciudad, aunque la presentación que él patrocinó incluye a 15 damnificados.
«Se anunciaban como personas que se dedicadan a lo educativo, con coach ontológico o charlas motivacionales, que concluían con charlas sobre finanzas. Y luego se generaba un ámbito de confianza y propicio para hacer inversiones, bajo la promesa de un retorno importante y tentador», explicó Resegue.
El abogado agregó que las ofertas tenían las características de ser compulsivas». «Si ponés tu dinero ya en lugar de esta renta baja vas a tener una más grande y además conseguir otros inversores reportaba más ingresos«, detalló.
En Rosario, a diferencia de Córdoba o Mendoza, Generación Zoe no llegó a trabajar mucho tiempo. «Arrancaron en septiembre u octubre del año pasado y en febrero cortaron, entre el 17 y 19 de febrero dejaron de atender (tras los allanamientos de la firma en Villa María el pedido de detención de Cositorto)», dijo.
De todas formas, cerca de cien rosarinos habrían caído en la trampa. Solo por los 15 casos presentados este martes a la mañana en Tribunales la suma de la estafa llega a 20 millones de pesos. En general, a los inversores «se les generaba una cuenta tipo home banking y luego se convertían los pesos a dólares».
Con los datos preliminares que presentó Resegue en base a los testimonios de sus clientes, la oficina de San Lorenzo al 1700 «era atendida por gente que estaba fija acá y no era Cositorto; son tres personas diferentes, una sería el encargado de la sucursal que era de Rosario, los otros dos no podemos determinar si eran empleados o formaban parte de la organización».
El abogado comentó que los damnificados eran de todas las clases sociales y con distintas finalidades. «Hay desde personas que han sacado créditos para poder invertir o que han invertido sus únicos ahorros para comprarse un terrenito, hasta gente que invirtió lo que le sobraba», afirmó.