Sauce Viejo

Se acerca el juicio por el femicidio de Liliana Sala

La acusación fiscal contra Pablo Flatt (19) fue admitida por el juez Nicolás Falkenberg, quien definió qué pruebas podrán producir las partes durante el debate.

Durante los últimos días del 2022 se realizó la audiencia de acusación y preliminar en la causa que investigó el femicidio de Liliana Sala, ocurrido el 20 de diciembre de 2021 en su casa de nuestra Ciudad. Por el crimen que impactó a toda Santa Fe está acusado Pablo Emanuel Flatt (19), cuyos padres eran vecinos de la mujer de 57 años.

Habían pasado menos de tres meses desde el hecho cuando la fiscal Alejandra Del Río Ayala concluyó la investigación contra Flatt, acusándolo como autor de «femicidio, también agravado por haber sido cometido con alevosía». La pena pretendida es la máxima, y única posible para este tipo de delitos, prisión perpetua.

Se demoró casi 10 meses en fijar la audiencia que finalmente se realizó el jueves 28 de diciembre ante el juez Nicolás Falkenberg, quien admitió formalmente la acusación fiscal. Tras escuchar los planteos de la fiscalía, los querellantes Carlos Rabazzi y Rubén Kilibarda, y el defensor público Sebastián Amadeo, el magistrado definió qué pruebas se producirán en el juicio.

Entre las 90 pruebas documentales y testimoniales admitidas se encuentra el informe realizado por la Junta de Salud Mental -que demoró más de cinco meses en presentarlo-, la cual determinó que Flatt tenía plena conciencia de sus acciones al momento de cometer el crimen. La querella ofreció la declaración de un perito psiquiatra que evaluará dicho informe.

La fiscalía pretendía contar con la grabación de una declaración que Flatt realizó ante la -por entonces fiscal- jueza Celeste Minniti, acompañado por la defensora pública Sonia Bustos, y ofreció a las letradas como testigos. Sin embargo, el juez no admitió la grabación como prueba, decisión que la fiscalía evalúa apelar.

La acusación

En su acusación, la fiscalía señaló que el adolescente ingresó a la vivienda de Avenida de la Bandera y Magnolias -en nuestra ciudad- durante la madrugada y se dirigió a la habitación, donde se encontró con la mujer de 57 años que estaba preparándose para ir a trabajar.

Le propinó 13 puntazos en la zona del abdomen, haciéndola retroceder hasta la cama, la estranguló con un cable y luego arremetió contra su rostro y cabeza a golpes de puño y con una barreta. Fue una de las heridas en el cráneo la que le provocó la muerte.

Tras el salvaje ataque, el joven envolvió el cuerpo sin vida de Liliana con una frazada, salió del domicilio, cerró la puerta con llave y se llevó el Jeep Renegade blanco de ella. Circuló a gran velocidad y en «zig zag» por Sauce Viejo, fue hasta su casa de barrio Las Vegas en Santo Tomé, chocó a un automovilista en avenida Circunvalación y terminó abandonando el vehículo.

«Femicidio sexual no íntimo», así calificó al crimen la fiscal Alejandra Del Río Ayala. No existía una relación previa entre víctima y victimario. El agresor «accedió carnalmente a la víctima», situación que hizo al contexto del ataque, será considerado durante el juicio.

Si bien Flatt y Sala no mantenían ningún vínculo, la mujer sí conocía y tenía una relación de confianza con los padres de él, que eran sus vecinos. «Era la familia que solía realizar trabajos en el domicilio de la víctima, y se sabe que tenían conocimiento sobre los movimientos de ella», señaló oportunamente la fiscalía.

Tras la realización de la audiencia preliminar, si las partes no recurren la resolución del juez Falkenberg se sorteará el tribunal que presidirá el juicio, que podría realizarse durante 2023.

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