Provincial

El jefe de Seguridad Vial en prisión preventiva

El jefe de la Policía de Seguridad Vial de Santa Fe, Luis Mariano Veloteli, quedó en prisión preventiva este lunes en una audiencia desarrollada en la sala 2 de los tribunales santafesinos ante el juez José Luis García Troiano. La investigación es llevada a cabo por la Unidad de Violencia Institucional y Delitos Complejos.

Luis Mariano Veloteli es jefe de Policía de Seguridad Vial de Santa Fe y quedó en prisión preventiva desde este lunes en una audiencia que se realizó ante el juez José Luis García Troiano.

La Unidad de Violencia Institucional y Delitos Complejos lleva a cabo la investigación. El fiscal Ezequiel Hernández endilgó un total de 35 hechos delictivos cometidos entre octubre de 2021 hasta su detención en julio de 2022. El policía imputado cuenta con la asistencia de las abogadas defensoras Celeste Roa Hertelendi y María Elena Marucci.

Se explicó de parte de Hernández, que se empezó a investigar a Veloteli porque detuvieron al exjefe de Policía Vial de Rafaela, Javier Gorosito, y al peritar su teléfono detectaron conversaciones con el jefe de Santa Fe y detectaron posibles maniobras ilícitas perpetradas en Santa Fe. 

Desde allí, la Fiscalía solicitó la intervención del teléfono del uniformado en octubre de 2021 y a través de las escuchas se detectaron los delitos que fueron imputados a Veloteli y a otro miembro de la fuerza, David Cadenas, quien también se encuentra detenido y en miras de firmar un procedimiento abreviado. 

Veloteli fue imputado como autor de 35 hechos perpetrados entre octubre de 2021 y julio de 2022, todos hechos cometidos en el ejercicio de sus funciones como jefe de la Policía de Seguridad Vial en Santa Fe. Las maniobras, permanentes y habituales, consistían en beneficiar a allegados, conocidos y familiares para que logren evitar los controles viales, o si eran multados, evitar el pago de esas multas. 

Hernández detalló que el policía se comunicaba con sus subalternos que se encontraban en los puestos de control para avisarles que si pasaba un camión con una determinada patente no debía ser detenido; además, les avisaba a sus conocidos donde iban a funcionar puestos de alcoholemia o comunicaba a los policías del puesto que no los multen, que “él se encargaba”.

Entre los hechos detallados a modo de ejemplo, se encuentra el caso de un camión que llevaba 10 cabezas de ganado sin ningún tipo de documentación, y que Veloteli dio la orden de dejarlo pasar: “yo lo hago, pero no es así”, le respondió el policía que se encontraba realizando el control. 

En esa misma comunicación, el jefe informó que iba a enviar la imagen de dos patentes de camiones que iban a pasar a la noche, y que no debían ser detenidos. 

Otra comunicación fue con un chofer de colectivos que trasladaba personas al boliche Teos en Esperanza, y que “sólo le faltaba la revisión técnica”

Veloteli dio la orden de no detener el vehículo. En otra oportunidad, le informó a un camionero dónde se encontraba ubicado un puesto de control de alcoholemia. El fiscal valoró que los hechos cometidos por Veloteli contribuyen a la falta de control vial que puede generar siniestros que se cobran las vidas de tantas personas en las rutas de la provincia: “acá vemos que la falta de control no es por negligencia, sino por corrupción”, remarcó Hernández.

La defensa de Veloteli intentó cuestionar los hechos atribuidos y sostuvo que no se trataban de órdenes emanadas por un superior, sino de “favores” o “gauchadas” que los policías decidían cómo resolver las situaciones. Además, remarcó que el imputado es policía desde el 2000 y sólo tiene una sanción por no haber asistido a cumplir un servicio adicional. 

Roa Hertelendi además remarcó que la pena de los delitos atribuidos oscilan entre el mes y los dos años de prisión, por lo que corresponde una condena de ejecución condicional al no contar Veloteli con ningún tipo de antecedentes, y propuso medidas alternativas a la prisión preventiva. El juez García Troiano dio por acreditados los hechos atribuidos por el fiscal y la existencia de riesgos procesales por los que Hernández había solicitado imponer la prisión preventiva. 

En la causa, los subalternos de Veloteli fueron identificados dactiloscópicamente y pueden ser citados como testigos o imputados, al igual que el resto de las personas que fueron beneficiados por el uniformado. Además, el magistrado compartió el criterio fiscal sobre la posible pena de ejecución efectiva: por la cantidad de hechos atribuidos, la suma de las máximas supera los 60 años de prisión. 

En este sentido, García Troiano valoró que con su accionar, el imputado creaba peligros en el tránsito que estaba obligado a controlar por su función en la fuerza, y dispuso la prisión preventiva.

Los hechos fueron calificados como abuso de autoridad por dictar órdenes contrarias a derecho, en 30 oportunidades; abuso de autoridad de incumplir deberes legales y revelación de secreto y omisión de control de transporte de traslado de hacienda.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba