Luego de la victoria de Nacional contra Unión de Santa Fe en el 15 de Abril, el día martes hubo una escena repudiable cerca del final del encuentro, donde algunos hinchas agredieron físicamente a periodistas uruguayos.
Uno de ellos fue Paolo Pollo Benavente, relator y Mauricio Pioli, el comentarista, ambos profesionales de la audición partidaria de Nacional “Bolsilludos», los cuales denunciaron que fueron heridos en el acto de violencia.
Lo que se sabe del suceso, es que los gritos de gol de los periodistas fue escuchado por los hinchas locales y eso no cayó bien, y esa fue la razón por la que empezaron a violentarlos, lanzando tablones y agrediendo físicamente.
Benavente y Pioli fueron los que se llevaron la peor parte y debieron ser trasladados a un hospital para ser atendidos. Ya viajando hacia Uruguay, Benavente contó detalles de lo que ocurrió en el duelo entre Unión y Nacional.
“En el correr del día no tuvimos ningún inconveniente, es más, fue muy amable y hospitalaria la gente de Santa Fe. Vale aclararlo porque el hecho empezó a gestarse puntualmente en el relato del primer gol, cuando los hinchas que estaban en la platea saltaron cinchando los cables, arrancándolos de las consolas y revoleándolos hacia nosotros. Aparte de insultos y lanzamiento de botellas de agua”, contó.
Ante esa situación, Benavente y Pioli decidieron dar un paso hacia atrás y relatar parados: “En el segundo gol ya saltaron, se colgaban de los pupitres de madera donde teníamos instaladas las consolas, arrancaron todo, nos tiraron con nuestros equipos, lo que no les servía de proyectil lo rompían, arrancaron dichos pupitres de madera, los partían y lanzaban a manera de jabalina”, dijo Benavente.
«Así fue que un tablón de madera de 1.50 metro por 30 centímetros me dio en el ojo, lo cual me generó un gran corte y dislocamiento del tabique nasal”, agregó quien sigue la campaña de Nacional.
El golpe le produjo un “enorme sangrado”. “Quedé totalmente atontado, estuve sin atención junto con mis compañeros y lo que quedó de nuestros equipos. Ya no estábamos al aire, obviamente”.
Como si eso no fuera suficiente, las agresiones siguieron cuando fue trasladado por un policía que lo hizo pasar entre los hinchas de Unión para llegar a una ambulancia: “A los minutos viene un efectivo y de mala gana me pide acompañarlo”, agregó Benavente.
“Más allá de la agresión, la fisura del arco superciliar izquierdo, cuatro puntos en la zona, derrame y heridas en córnea por restos de madera (todas las heridas que sufrió) más la rotura de todos los equipos, el policía que me saco herido me hizo bajar por la platea de Unión, donde me pegaron trompadas, patadas, me cincharon el pelo, rompiendo la campera, escupitajos e insultos. La verdad, tuve mucho miedo”, señaló.
Además, aclaró: “Desde Bolsilludos JAMÁS incitamos a la violencia, fuimos y seremos respetuosos del rival sea quien sea, lo vivido fue un atropello a nuestra persona y profesión. A todos gracias”, escribió en su cuenta de Twitter, donde compartió una imagen de su rostro con un vendaje en la zona lastimada.
“Vuelvo con la satisfacción de haber traído los tres puntos del partido y tres puntos en la cabeza por agresiones”.
“Por milímetros no perdí el ojo”, escribía Benavente en un tweet.
