A media tarde del domingo patrullaba la zona de 1° de mayo y Primera Junta, personal de la Brigada Motorizada, y detectaron a un muchacho que intentaba abrir puertas de los autos estacionados en el lugar.
El joven se sorprendió por la llegada del personal policial y empezó a patear el portón de un garaje, el cual provocó que se rompiera el cristal. Ante esto, los agentes lo redujeron y se convocó a un testigo y al propietario del inmueble. Desde ahí, todo fue violencia de parte del detenido que se encontraba en completo descontrol y en consecuencia, se lo trasladó al Hospital Mira y López.
Pero una vez que llegaron al lugar, el delincuente golpeó a uno de los policías en la cabeza y mordió a otra policía, a la cual la lesionó gravemente. Esto hizo que fuesen atendidos y al policía le realizaron 15 puntos y su compañera perdió la falange del dedo pulgar, la cual fue derivada al Hospital Cullen.
Cuando llegaron las horas de la madrugada del mismo día, el joven sufrió un paro cardíaco y murió, y dentro de algunas versiones indicaron que los médicos le suministraron algún tipo de calmante en el hospital.
De todo lo acontecido fue impuesto el fiscal Ezequiel Hernández quien ahora aguarda el resultado de la autopsia para precisar la causa de muerte.
Por su parte el doctor Ignacio Francia, director del hospital Mira y López, a través de un comunicado, dio a conocer su posición al respecto.
«Iniciamos las acciones administrativas a los fines de esclarecer los hechos sucedidos este fin de semana y evaluar la cadena de responsabilidad. Nos encontramos trabajando junto con la fiscalía para resolver las situaciones correspondientes, quedando a disposición de la justicia para lo que considere oportuno», señaló.
